
Y es que desde el comienzo de la película, Kubrick es capaz de intimidar al
espectador. Esa primera mirada de Alex, fría y asesina, que durante un lento travelling se convierte en la reunión en el Milkibar con su grupo (Druggos) ya nos deja pegado al sofá. Las escenas geniales son numerosas. ¿Quien no recuerda la escena a ralentí con la música de Beethoven al lado del agua?, en aquella donde Alex reafirma su liderazgo al ritmo de la música clásica... Simplemente genial. Aquella otra en la que Alex danza con la señora Gato en la habituación donde reinaba un gran falo, o la mítica escena donde Alex se somete a la terapia para corregir su comportamiento..... Impresionante.

Sin duda el film es una maravilla, con una dirección impecable y a una actuación espectacular de Malcom McDowel hacen de esta película una las obras maestras de todos los tiempos. Un clasicazo que ahora podemos ver en pantalla grande.....
Habrá que darse prisa.....
No hay comentarios:
Publicar un comentario