El pasado 2 de noviembre, gracias a Rock & Gol (Quien nos invitó al evento), fuimos testigos excepcionales de lo que denominó el Pirata, en la presentación del concierto, como “El ensayo general antes de la gira de Teatros que va a realizar Loquillo en unos días".Esa noche en Madrid llovía insistentemente, circunstancia que no desanimó a los numerosos fans que nos agolpábamos en la puerta a esperar estoicamente. Había que estar ágiles, pues se entraba por invitación a la sala y el hecho de ser "Hasta completar aforo" podía dar lugar a que te quedaras fuera....
Sobre las nueve y media, entre una gran ovación, salieron al escenario Loquillo, Luis Alberto de Cuenca y Gabriel Sopeña, artífices del disco “Su nombre era el de todas las mujeres”. Durante algo mas de quince minutos los tres se fueron alternando contando el origen de este disco, el tercero dedicado a la poesía tras “La vida por delante” en 1994 y “Con elegancia” en 1998 y que en este caso está basado en la poesía de Luis Alberto de Cuenca. Después de abandonar el escenario y esperar de nuevo un buen rato, alrededor de
las diez de la noche salió el Loco en compañía de su renovada banda: El batería Laurent Castagnet, Santi Comet a los teclados, el genial y ya compañero habitual de Loquillo: Jaime Stinus a la guitarra, Alfonso Alcalá al contrabajo, Josu García a la segunda guitarra y Julia de Castro al violín y maracas.
Tras recibir una acalorada bienvenida, el grupo tomó posiciones y tras señalar Loquillo al micrófono que todo esto comenzó en Balmoral, sonaría la canción de título homónimo que dio nombre al penúltimo y genial trabajo de Loquillo.
Con "Nuestra Vecina" y "La Noche Blanca (ó Cocaína)" ya pude ver que éste iba a ser un show un tanto descafeinado y con muchas imprecisiones. Para empezar el sonido; continuos gestos de Stinus o del Loco pedían más o menos volumen... Ufffff, o era mi impresión o la falta de rodaje era alarmante. Frío, mucho frío en este comienzo...
A partir de aquí, ya con todo el grupo de nuevo en el escenario, la cosa volvió a decaer. Con el poema de Bernardo Atxaga "La Vida que yo veo", "Caray", de su amigo Jaime Urrutia, la histórica "La Mala Reputación", de George Brassens, y "Antes de la Lluvia" no hicieron más que acrecentar mi idea de que esta faceta de Loquillo no es la que mejor le va...
Sin embargo, con "Political Incorrectness" y el tributo al maestro Johnny Cash "El Hombre de Negro" volvieron a mostrar la mejor cara de Loquillo con esa chulería y desparpajo que tanto le caracteriza y que le hace tan grande.
La interpretación de la canción "Con Elegancia", un poema inédito de Jacques Brel que le cedió su viuda, y el dúo con Jaime Stinus en "Vintage" pusieron fin al concierto. Pese a que el concierto había durado solo alrededor de una hora y que la gente pedía más no hubo más.... Así que personalmente me quedé con hambre de más y algo helado...
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