El film “The Last Ride”, dirigido por Harry Thomason recrea los últimos tres días de vida del mítico Hank Williams, quién fue encontrado muerto en la primera madrugada del año 1953 en el asiento trasero de un Cadillac azul pálido. Tenía 29 años.
La autopsia determinó que murió por un fallo cardiaco, pero no mencionó las causas del mismo. Hank era adicto a los analgésicos, morfina incluida, que paliaban en parte sus enormes dolores producidos por un eterno dolor en la espalda (Se cree que padecía de espina bífida oculta).
Williams que se dirigía a Canton (Ohio) el 1 de enero de 1953, no pudo volar de Knoxville (Tennessee) debido al mal tiempo y a las intensas nevadas caídas. Como no podía conducir por los dolores y la ingesta de alcohol y medicamentos, contrató a Charles Carr, un jovenzuelo de 17 años, para que lo llevara a su destino en su nuevo Cadillac por 400 dólares. A mitad de camino el coche fue parado por la policía por exceso de velocidad y se encontró con que Hank Williams se hallaba muerto en el asiento de atrás, junto con una botella de whisky.
Hank Williams fue una influencia enorme para músicos de la talla de Elvis Presley, Jonny Cash o Bob Dylan entre otros muchos.
El 20 de junio se estrena en EEUU, así que habrá que esperar un poco más para verla por aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario