Sin duda Alaska es una de las figuras más grandes que ha dado la escena musical y artística de este país. Presentadora del mítico programa "La Bola de Cristal", escritora de artículos en el desaparecido Diario 16, colaboradora de programas de radio y televisión, integrante de la sobrevalorada "Movida Madrileña", actriz en películas de culto como "Pepi, Luci y Bom y otras chicas del montón" y alma de grupos como Kaka de Luxe, Alaska y Dinarama, Alaska y los Pegamoides o Fangoria en los que ha dejado verdaderos himnos musicales que pasan de una generación a otra como si fueran hits del momento.
Alaska además, por su forma de ser, por su forma de expresarse, por sus ideas, por su implicación en campañas como la de AnimaNaturalis contra las corridas de toros, y últimamente por esa extraña pero entrañable relación con Mario Vaquerizo, se ha ganado un hueco en nuestros corazones. Algo que demuestra la espectación levantada en el madrileño municipio de Pinto, donde tocó el pasado 14 de agosto, dentro de la programación de las fiestas municipales.
El abarrotado auditorio del Parque Juan Carlos I, no paró durante todo el concierto, de cantar y bailar todas esos temazos que forman parte de la banda sonora de muchos momentos de nuestra vida. "Bailando", "Ni tu ni nadie", "Mi novio es un zombie", "No se que me das", "Perlas ensangrentadas", "Mil campanas", "La tribu de las Chochoni", "Bote de Colón", "Quiero ser Santa"... hicieron las delicias de todos.
Además visualmente Fangoria, es decir Alaska y Nacho Canut, han logrado montar un show muy llamativo rodeados de bailarinas y bailarines, plumas, luces, brillantes y provocativos trajes, y coreografías algo extravagantes (Donde se notó en algunos momentos del espectáculo cierta falta de rodaje o de compenetración entre los bailarines).
También digno de mención, el baile que se marco la primera vedette, Susana Reche (Famosa por sus apariciones en Crónicas Marcianas), la animación en el lado izquierdo del escenario donde había un nutrido grupo de amigos de la cantante, incluido su adorado Mario Vaquerizo, y la complicidad con el público de esta mexicana que tiene escrita en letras MAYUSCULAS su nombre en la historia de este país. Grande Alaska. Grande.
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